Estúpidos de ayer y hoy
Hubo un tiempo en que llamar a alguien “estúpido” no era ofensivo, pero a partir de la época romana, el César ya podía mandar a los leones a quien le profiriese esta palabra…
¿Sabías que, originariamente, el término “estúpido” no designaba nada malo?
En latín, stúpeo, stupere, stúpui significaba algo tan enternecedor como quedarse atónito, sorprendido, pasmado. Este significado inicial todavía queda intacto en palabras con la misma raíz, como “estupendo”, “estupefacto”, “estupefaciente”, mientras que en la forma “estúpido” el sentido fue derivando hacia algo negativo. Ya sea porque fueron mayoría los que se quedaron con la boca abierta por bobos, y no por maravillados; ya sea porque simplemente hoy en día ya no está permitido tomarse un tiempo para la contemplación, esta palabra ha ido cambiando su función hasta llegar a convertirse en un insulto.