Índice
1. Traductor autónomo o empresa
2. Reputación y profesionalidad
3. Especialización y experiencia
4. Referencias, muestras y pruebas de traducción
7. Combinaciones lingüísticas disponibles
9. Traducciones urgentes y puntualidad en la entrega
Llegó el día tan esperado. Tu empresa ha crecido tanto que tienes clientes de otros países y necesitas mandarles documentos traducidos. Si este es tu caso, seguramente pronto tengas que decidirte por una empresa profesional. No será una decisión fácil, porque hoy en día existen muchas empresas de traducción y de diversos tipos. Este crecimiento es comprensible, dado que la demanda de servicios de traducción e interpretación es mucho mayor ahora que hace unos años.
Si visitas las páginas web de las diferentes empresas de traducción, verás que sus servicios son perfectos e ideales para ti, pero ¿cómo puedes asegurarte de esto? Es complicado, ya que la confianza siempre lleva consigo un factor de incertidumbre y riesgo. ¿Significa esto que tienes que fiarte sin más de cualquier empresa del sector de las traducciones? Definitivamente, no. En el artículo de hoy, te contaremos los principales aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu empresa traductora de confianza. ¡Vamos allá!
1. Traductor autónomo o empresa
Esto es en lo primero que piensan los usuarios que solicitan traducciones. Principalmente ocurre porque no tienen muy clara la diferencia que hay entre el trabajo que realiza una empresa de traducción y el de un traductor autónomo. Para poder acertar, es necesario conocer el proceso de una traducción profesional y los criterios de calidad que existen. Como empresa profesional, nos topamos a menudo con la creencia de los usuarios de que un buen traductor es un ser con superpoderes que produce un texto perfecto a la primera. Piensan que es un experto en todas las áreas del saber, un virtuoso y creativo de las lenguas y que no se equivoca nunca.
Detrás de una buena traducción y de un texto perfecto (apto para su publicación), hay todo un proceso colaborativo en el que intervienen diferentes profesionales. Según la norma ISO 1700, como mínimo deben intervenir un traductor y un revisor. Esta norma también estipula que la traducción debe pasar por diversos controles de calidad en función de la finalidad del texto. Además, el creciente enfoque documental obliga al uso y mantenimiento de bases de datos (memorias de traducción) y a la gestión terminológica o a la elaboración de normas de redacción.
Cada vez es más común que los proyectos de traducción impliquen dificultades técnicas que no pertenecen estrictamente al área de la traducción, como el diseño de páginas web, el software, la maquetación, etc. Esto obliga a que otros profesionales intervengan en el proceso.
Generalmente, las empresas quieren delegar estas labores en una empresa profesional. No obstante, existen otras que tienen su propio departamento de traducción y trabajan directamente con traductores independientes. Si quieres profundizar más en este tema, te recomendamos que leas nuestra entrada sobre Traductor o Empresa.
2. Reputación y profesionalidad
Cuando te decides por una empresa de traducción, lo primero que debes hacer es comprobar la reputación que tiene en el mercado y verificar que no carece de la profesionalidad de la que presume. ¿Cómo puedes saber si son profesionales o no?
- Busca opiniones y referencias en la web (por ejemplo, puedes ver opiniones por Facebook o Google +).
- Asegúrate de que cuenten con traductores profesionales nativos.
- Fíjate si en la página web aparece la dirección física.
- Desconfía si los precios son sospechosamente baratos.
- Pregunta por las herramientas que emplean.
- Comprueba qué clientes han trabajado con ellos.
- Solicita un presupuesto y presta atención a la respuesta y al asesoramiento que recibes.
3. Especialización y experiencia
«Quien mucho abarca, poco aprieta», ya lo decían nuestras abuelas. Este refrán puede aplicarse perfectamente a las empresas de traducción. Es imposible hacerlo todo y hacerlo bien. Por tanto, desconfía de aquellas que quieran ofrecerte todo tipo de servicios, entre los que la traducción simplemente es uno más. Hoy en día, la traducción profesional requiere de recursos muy especializados, como los sistemas de traducción asistida por ordenador, software de extracción y gestión terminológica, etc.
Busca empresas de traducciones que estén especializadas y que tengan experiencia en tu campo. De nada te serviría contratar los servicios de traducción de una empresa especializada en traducción técnica que nunca ha realizado traducciones técnicas.
4. Referencias, muestras y pruebas de traducción
En el segundo punto del artículo te aconsejábamos que buscaras opiniones de usuarios que hayan solicitado los servicios de traducción de una empresa de traducción. Generalmente, son las empresas las que te proporcionan opiniones de clientes. También puedes encontrarlas en su página web.
En el caso de que no encuentres opiniones de clientes, puedes solicitar a la empresa de traducción referencias, muestras de trabajos realizados o una traducción de prueba si se trata de un proyecto importante. Aquellas empresas que cuenten con clientes satisfechos no dudarán en proporcionarte algún contacto que pueda darte referencias sobre ella.
5. Certificados de calidad
Si una empresa de traducción está certificada según alguna norma de calidad, significa que mantiene un sistema de control de calidad que será auditado cada año por una empresa externa. Para recibir el certificado, la empresa debe demostrar que ha seguido los controles y procesos de calidad. Normalmente, los certificados con los que cuenta una empresa de traducción y las normas que sigue aparecen en la página web.
Algunos de los certificados que verás en las páginas de las empresas de traducción serán la norma internacional ISO 17100 (también verás empresas certificadas según la norma europea EN 15038:2006), que establece y define los requisitos para la prestación de un servicio de calidad por parte de los proveedores de servicios de traducción, y el sistema ISO 9001, que constituye un conjunto de normas de calidad y gestión para cualquier tipo de empresa. No tengas miedo de confiar en una empresa de traducción que cuente con estos certificados.
6. Tarifas y plazos
Es posible que te encuentres con una gran variedad de precios que, en ocasiones, pueden variar del doble a la mitad. Esta variación del precio se debe a que no todas las empresas te ofrecen lo mismo, ya que, como hemos mencionado anteriormente, existen diferentes calidades de traducción (T: traducción sencilla; TP: traducción con controles finales; TEP: traducción revisada por un segundo traductor y con controles finales; MT: traducción automática, PMT: traducción automática poseditada, etc.). Asegúrate de que quede bien especificado el tipo de traducción que recibirás.
Si tienes ya el texto que quieres traducir, te aconsejamos que solicites un presupuesto en vez de preguntar exclusivamente por las tarifas. Solo así sabrás con exactitud qué método de recuento aplica tu posible proveedor de traducción. Ya hemos mencionado que no debes confiar en una empresa de traducción que ofrezca precios muy bajos. Te decimos esto porque la calidad tiene un precio. Además, a la larga sale más rentable pagar por un producto bien hecho. ¿Te imaginas tener que volver a pagar a otra empresa para que corrijan una traducción que te han entregado mal hecha? Ocurre más veces de lo que crees.
También es fundamental que prestes atención a los plazos. Pregunta siempre a la empresa de traducción cuántas palabras traducen y revisan al día, en cuánto tiempo podrían tener tu traducción lista y cuál sería el presupuesto.
7. Combinaciones lingüísticas disponibles
Puedes encontrarte con tres tipos de proveedores de traducción: las SLV (single language vendor), especializadas en una combinación lingüística; las que ofrecen combinaciones lingüísticas concretas que aparecen en su sitio web y, finalmente, las MLV (multi language vendor). Estas últimas trabajan tanto con traductores en plantilla como con traductores externos, por lo que pueden cubrir una gran variedad de idiomas.
Sea cual sea el tipo de empresa traductora, cuantos más años lleve en activo, más recursos evaluados tendrá en las diferentes combinaciones lingüísticas. Esto repercute positivamente en el resultado del proyecto.
8. Confidencialidad

La traducción a menudo va de la mano de la novedad. Muchos clientes piden traducciones relacionadas con el desarrollo de productos nuevos, patentes, apertura de nuevos establecimientos, acuerdos y contratos de prospección, etc., por lo que es frecuente encontrarnos con documentos confidenciales. Si te ves en esta situación, asegúrate de que la empresa de traducción te ofrece la posibilidad de firmar un documento de confidencialidad. En las empresas profesionales los empleados firman contratos en los que quedan establecidos los términos de confidencialidad, así que no tendrán ningún problema en firmar un contrato de confidencialidad para tu proyecto.
9. Traducciones urgentes y puntualidad en la entrega
Las empresas traductoras están acostumbradas a lidiar con encargos urgentes. Seguramente te surjan en algún momento, pero no des por sentado que el proveedor que elijas aceptará este tipo de encargos. Es difícil saber de antemano qué respuesta te dará un potencial proveedor de traducción cuando realmente surge una urgencia. No sabes si se desvivirá por ti o si tendrás un «no es posible» por respuesta. Lo que sí puedes hacer, para evitar sorpresas desagradables, es solicitar información de los plazos estándar de entrega.
En ocasiones necesitarás una respuesta inmediata o una traducción en un plazo muy ajustado, que requiere horarios especiales o trabajo en fin de semana. Puedes negociar y fijar las condiciones de este servicio con tu proveedor. En cualquier caso, las empresas profesionales suelen indicar siempre un plazo en su presupuesto. Si tu traducción tiene que estar lista en una fecha o a una hora muy concreta, pide a tu proveedor que te concrete y confirme el plazo.
La puntualidad es otro aspecto difícil de valorar antes de empezar a trabajar con un proveedor de traducción. Las opiniones de usuarios en Internet pueden ser de gran utilidad para averiguar si la empresa de traducción cumple con los plazos de entrega puntualmente.
10. Atención al cliente
Por último, pero no por ello menos importante, valora el trato personal que te ofrece la empresa de traducción. Los traductores no somos seres asociales que vivimos en nuestras cuevas y solamente salimos en fechas señaladas, al contrario. Trabajamos en equipo y estamos en contacto cada día con nuestros clientes.
Cuando contactes con una empresa profesional, presta atención al trato que te dan. Deben ser atentos contigo y prestar atención a tus necesidades. Si no recibes el trato y asesoramiento que deseas, puede que no sea el proveedor de traducción que mereces.
Esperamos que estos consejos te sirvan para decidirte por una empresa de confianza. Si te decantas por nosotros, no dudes en escribirnos a nuestro correo electrónico o llamarnos. Estaremos encantados de ayudarte.
¡Hasta la próxima!
1 Comentario
Muchas gracias por el post. Hay veces que por ahorrar gastos recurrimos a opciones que a la larga son más costosas tanto a nivel de tiempo como de dinero.
Saludos.