Parece que publicando el contenido de nuestra web en inglés llegamos a los clientes potenciales en todo el mundo. Sin embargo, hay estudios que arrojan resultados en otra dirección: según la empresa de estudios de marketing Common Sense Advisory, el 72 % de los internautas son más propensos a comprar un producto en línea si la web está en su propia lengua.
Especialmente si se trata de un artículo caro o complejo, como el contrato de un seguro o un producto financiero: en esos casos, el 85 % de internautas solo realizan el contrato o la compra si toda la información viene en su idioma.
¿Compraría una superoferta para un billete de avión en una página web solo en chino?
A menos que sepa algo de este idioma, no se detendría en la página. ¿Pero cuál sería su predisposición de compra si anunciaran la oferta en inglés? ¿Y si además pudiera ver las condiciones también en castellano?