«No te preocupes. Mi primo es ingeniero y sabe algo de inglés, así que le pediré que me traduzca este manual de aeronáutica».
A lo mejor, alguna vez os han dicho algo parecido. Mucha gente piensa que cualquier persona con un mínimo nivel de inglés y con una carrera en el campo técnico (ingeniería, arquitectura, informática, etc.) o científico (medicina, farmacia, enfermería, etc.) puede realizar una traducción técnica o científica de calidad. La realidad es que la sociedad valora más la formación técnica o científica para la traducción de documentos que la formación lingüística. En el artículo de hoy, os explicaremos por qué compensa contratar a un profesional con formación lingüística y especializada.