Traducción de contratos, ¿qué debes tener en cuenta?

traducción de contratos

La traducción de contratos es, dentro del ámbito de la traducción jurídica, una de las tareas más frecuentes. Es un tipo de documento que requiere de una gran precisión y conocimientos, tanto a nivel lingüístico como jurídico, ya que presenta una gran complejidad en sus términos y emplea tecnicismos muy específicos.

Lo más importante que debe tenerse en cuenta a la hora de encargar la traducción de un contrato es que es un acuerdo jurídico entre dos o más partes que genera derechos y obligaciones, por lo que, tanto en su redactado original como en su traducción debe prestarse sumo cuidado en la elección de las palabras para evitar cualquier tipo de ambigüedad o formulación que pueda suscitar posteriormente disputas o interpretaciones divergentes. Si se confía el redactado del contrato a un jurista, su traducción debería confiarse a un traductor jurídico especializado. Cualquier error en este tipo de traducciones puede tener graves consecuencias.

Generalmente, los contratos siguen un esquema similar y un traductor jurídico conoce tanto las fórmulas empleadas, la estructura, como los diferentes elementos de los contratos en el idioma de origen y en el de llegada. No obstante, cada rama del Derecho tiene sus propias leyes y figuras jurídicas, por lo que es necesario conocerlas para traducir un determinado contrato y sus cláusulas.

¿Qué tipos de contratos existen?

Son muchos los tipos de contratos a los que un profesional de la traducción jurídica debe enfrentarse, cada uno con sus características particulares y necesidades concretas. Estos son algunos de los más comunes:

  • Contrato administrativo: Se trata de un documento en el que una parte es la administración pública. Pueden ser, por ejemplo, contratos de servicio, o de obra entre una administración y una empresa.
  • Contratos del ámbito privado: Es un acuerdo entre dos o más personas naturales o jurídicas. Ejemplos de contratos privados son los contratos de alquiler o arrendamiento, compraventa, arras, capitulaciones matrimoniales, contratos de fianza o aval, etc. Se regulan por el Código Civil.
  • Contratos mercantiles: Se trata de un acuerdo que tiene como objeto actos de comercio realizados por una empresa. En este apartado se engloban, entre otros, los contratos de sociedad, de agencia, de préstamo, seguro, transporte terrestre y compraventa mercantil. Estos contratos se rigen por el Código de Comercio y para resolver conflictos son competentes los tribunales mercantiles.
  • Contratos laborales: En este tipo de contratos se establece un pacto de trabajo entre un empleador y un empleado. Estará sujeto a la legislación y jurisdicción laboral.

Es necesario que el traductor esté especializado en el tipo de contrato que se debe traducir, ya que no es posible, por ejemplo, traducir unas capitulaciones matrimoniales sin conocer este ámbito legal, y lo mismo ocurre con el contrato de constitución de una sociedad.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de traducir contratos de inglés a español

Una combinación idiomática muy frecuente dentro de la traducción jurídica es la de inglés a español y viceversa. El inglés es la lengua más hablada en el mundo, y ocurre lo mismo a nivel legal, sobre todo cuando se trata de multinacionales o empresas ubicadas en el extranjero. Tiene especial complejidad porque nos encontramos con dos derechos diferentes, el derecho romano y el anglosajón.

En la traducción de contratos de inglés a español, deben tenerse en cuenta una serie de aspectos principales:

  • La macroestructura de los contratos anglosajones: esto requiere conocer qué partes componen un contrato en inglés y respetarlas lo máximo posible.
  • Verbos, estructuras verbales y tecnicismos: los verbos lo son todo en un contrato, ya que implican las acciones que las partes vinculadas deben realizar en el mismo. Es fundamental no cometer ningún fallo a la hora de traducirlos y buscar el verbo más preciso, siempre.
  • Otras expresiones complejas de los juristas anglosajones: existen muchas expresiones concretas que suelen utilizar los juristas en inglés. Viene bien que el traductor conozca las máximas posibles para no tener problemas.

Si quieres saber más sobre la traducción jurídica en inglés, te recomendamos nuestro post Inglés británico vs inglés americano, conoce las diferencias en la traducción jurídica.

¿Qué diferencias hay entre los contratos españoles y los ingleses?

Como ya te hemos comentado, para ofrecer el mejor servicio, es importante que los traductores dominen toda la terminología y los dos sistemas legales y conozcan las diferencias y equivalencias entre ellos, si es que las hay.

El sistema jurídico español y el inglés presentan una serie de diferencias que tenemos que conocer si lo que queremos es dar un servicio de la máxima calidad.

Por ejemplo, todo traductor debe saber que el derecho anglosajón y el español son en gran parte distintos, ya que el primero se basa enteramente en precedentes y jurisprudencias, mientras que el segundo bebe en su mayoría del derecho romano.

Para tener éxito en traducciones de contratos en cualquier idioma, es primordial ser consciente de estas diferencias, así como la presencia de False Friends (falsos amigos), es decir, palabras que, en su morfología, se parecen a otra del idioma de destino, pero que tienen un significado diferente.

Errores comunes a evitar en la traducción de contratos

Si quieres una traducción brillante en un contrato, existen una serie de fallos muy comunes que se deben evitar sí o sí. Estos son algunos de ellos:

  • Debemos revisar que todas las expresiones y terminología de tipo jurídico que se encuentran en el texto meta tengan una correspondencia directa con el texto original, sin dejar cabos sueltos.
  • Es importante evitar una traducción literal constante, ya que esto hará más fácil caer en False Friends o redactar algo que no tenga sentido.
  • Utilizar términos genéricos y verbos demasiado ambiguos puede restar precisión a la traducción del contrato, por lo que se demanda un vocabulario extenso y variado.

Si quieres encontrar un servicio de traducción de contratos que sea correcto y profesional, respetando los niveles de precisión necesarios, necesitas un profesional con numerosas competencias. Como ya hemos comentado, que posea un dominio de ambos idiomas y un vocabulario muy extenso, en especial en el ámbito jurídico.

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