Tarifas de traducción: 7 consejos para acertar en la elección del mejor precio

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En nuestra sociedad globalizada, es muy habitual requerir los servicios de un traductor o de una agencia de traducción. Puede tratarse de un encargo puntual, como el expediente académico de unos estudios en el extranjero, o puede ser recurrente, como artículos y entradas periódicas de una web que internacionaliza todo su contenido o el lanzamiento de una gama de productos en un mercado exterior.

La oferta de traductores y de agencias ha crecido exponencialmente en las últimas décadas y, si consultas tarifas de traducción en internet, percibirás diferencias llamativas entre los precios y estrategias comerciales de compañía low-cost donde ya no está todo incluido y van apareciendo costes ocultos conforme vas avanzando en el proceso.

¿Quieres obtener las mejores tarifas? Conseguir la mejor relación calidad-precio está en tus manos si sabes qué factores influyen en el presupuesto final.

Cómo calcular el precio de una traducción

Generalmente cada traductor y agencia aplica un precio de traducción por palabra según la combinación de idiomas. Las combinaciones menos frecuentes suelen ser más caras, de modo que una traducción del español al suajili costará más que una del español al inglés.

Sin embargo, hay otros factores que influyen en las tarifas de traducción:

7 consejos para obtener los mejores precios de traducción

¿Te interesa ahorrar en tus tarifas? Te contamos cómo hacerlo:

1.

Pide un presupuesto concreto para comparar. Es habitual que te digan el precio por palabra, pero ten en cuenta que existen otras formas de tarificación: por página, por línea o incluso por carácter. Además, este precio se puede calcular sobre la lengua de origen o sobre la lengua de destino. Según cómo se aplique, puede haber hasta un 40 % de diferencia en determinadas combinaciones lingüísticas, como alemán-español.

2.

Plantéate qué nivel de calidad necesitas. Una misma agencia te puede ofrecer distintos precios para diferentes calidades de traducción —revisada, sin revisar, traducción automática con posedición, etcétera.—. Elige según la finalidad del texto, ya que no requiere la misma calidad un texto de uso personal con el único fin de poder entenderlo, que un documento que se publicará y transmitirá tu imagen de empresa.

3.

No pagues dos veces lo mismo: trabaja con empresas que utilizan traducción asistida. Existen aplicaciones que automatizan parte del proceso y crean memorias de traducción —bases de datos que contienen segmentos del texto ya traducido—. Las memorias son útiles para textos repetitivos y para actualizar la documentación existente. ¡No pagues más de lo necesario y aprovecha las importantes bonificaciones por reutilización de segmentos que ofrecen las empresas de traducción profesionales! Te recomendamos que contrates todas las traducciones de una combinación lingüística a la misma agencia, así sacarás el máximo provecho de las memorias. Para un encargo puntual, te puede convenir priorizar la tarifa de traducción por palabra más económica —dentro de la profesionalidad—. Para proyectos continuados o textos repetitivos, tu mayor ahorro será el de los descuentos por repetición y la empresa que más ventajas te ofrezca en su forma de aplicarlos.

4.

Evita dejar la traducción para el último momento. Un traductor profesional traduce de media entre 2.000 y 2.500 palabras diarias —sin contar repeticiones—. Si el plazo es demasiado ajustado y hay que dividir el documento entre varios traductores o trabajar en horario nocturno y fines de semana, se pueden generar costes adicionales, especialmente si se requiere un alto nivel de calidad.

5.

No envíes documentación inacabada ni encargues aparte modificaciones y fragmentos olvidados. En los pedidos de textos muy breves se aplica una tarifa mínima por gastos de gestión. Esto puede conllevar un incremento innecesario en los precios, que se podría evitar fácilmente uniendo todos los textos y enviando la versión definitiva en un solo pedido.

6.

Envía archivos que se puedan editar. Los archivos editables ayudan a reducir o suprimir costes de maquetación. Hay muchos formatos que se pueden sobrescribir, siempre son mejores que una imagen o un PDF. Antes de escoger un formato, ¡infórmate sobre si nuestras herramientas de traducción lo pueden procesar! ¡Te asesoramos!

7.

Escribe para traducir. Para aprovechar al máximo las memorias de traducción, es muy conveniente cuidar la calidad de los textos originales y utilizar un lenguaje controlado al escribir. ¿Quieres saber en qué consiste? ¡Descárgate nuestra guía Escribir para traducir!

Lo barato puede salir caro: gastarse dinero para obtener una traducción literal con calidad deficiente significa, en el mejor caso, perder mucho tiempo en la revisión y, en el peor, tener que retraducir con urgencia a un precio superior.

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